Antes de subir las conclusiones finales
del proyecto, quiero contaron un poco lo que para mi es algo muy
importante en la civilización inca. Lo primero de todo decir que los
incas fueron los últimos grandes unificadores de los pueblos
andinos. Es decir, como los otros pueblos andinos anteriores son
unificadores, y la mejor forma de unificación fue asentarse en lo
que ellos llamaron su “tierra prometida”: CUZCO, y eso
precisamente es lo que quiero contaros.
La
primitiva historia inca consta de genealogías y de fabulas,
arraigadas en un tiempo primordial, para contarnos como vieron ellos
las cosas. Hay que decir que los incas no usaron la escritura, por lo
que la única forma de conocer su historia es a través,
principalmente, de la arqueología, y es ahí donde vemos estas
historias. Por lo general, los anales del pasado incaico comienzan
con la deificación de Manqo Qhapaq y continúan hablando de 12 o 13
soberanos (que para ser un imperio de menos de un siglo son
demasiados). Al igual que numerosos pueblos andinos, los incas
consideraban que sus antepasados habían surgido de un elemento
natural del paisaje. Si seguimos la leyenda principal, en los tiempos
antiguos había una cueva conocida como la casa de las Ventanas
(Tampu T´oqo) en la Casa del Amanecer (Pacariqtambo). El hacedor
hizo aparecer a los 4 hermanos y las 4 hermanas, que se convertirían
en los ancestros incas, de la cueva central, llamada la Rica Ventana
(Qhapaq T´oqo) y a los pueblos mara y tambo de otras 2 cuevas
adyacentes, la Maras T´oqo y la Sutiq T´oqo. Quizás ya
entonces, o muy poco después, los 8 incas se emparejaron.
Algo
mas tarde, los incas decidieron buscar tierras fértiles que les
hicieran ricos. La pareja principal, llamados Manqo Qhapaq y Mama
Oqllu, encontraron un aliado bien dispuesto en el pueblo tambo, a
quien reunieron en 2 grupos de 5 ayllu. A continuación, el grupo
partió, deteniéndose en ocasiones a lo largo del camino, pero nunca
encontró tierra lo suficientemente productiva como para asentarse.
En uno de los momentos de descanso, llamado Tamboquiro, Mama Oqllu
dio a luz a Zinchi Roq´a, que se convertirá en el segundo soberano
inca. A lo largo de su periplo, las vidas de los viajeros se vieron
ocasionalmente amenazadas por el belicoso hermano inca de nombre
Ayar Kachi, que luchaba contra los pueblos que iba encontrando a lo
largo del camino y que apasto cerros hasta convertirlos en hondonadas
con piedras lanzadas por su poderosa honda. Por todo ello, los
restantes hermanos le engañaron diciéndole que debía volver a la
cueva original donde había olvidado alguna cosa. Ayar Kachi cayo en
la trampa y fue encerrado en la cueva para siempre con una gran
piedra.
Aquel
viaje errático condujo finalmente al grupo a la cima de una montaña,
mas allá de la cual pudieron contemplar un valle fértil adornado
con un arco iris, señal manifiesta de que se trataba de la tierra
que habían estado buscando durante tanto tiempo. Sin embargo, y
antes de poder descender aquellas pendientes, el hermano Ayar Uchu
fue transformado en una piedra (tanto la piedra como la montaña
fueron conocidas como Huanacauri y han sido reverenciadas como
santuarios de una santidad excelsa). En Matagua, Mama Waqo (o Manqo
Qhapaq), arrojo 2 cañas doradas hacia el valle. Como la primera de
ellas no se clavo firmemente en el suelo, supieron que la tierra no
era fértil. No obstante, cuando la segunda quedo profundamente
hincada en la tierra en Wanaypata, los incas conocieron que habían
hallado su hogar. Al entrar el grupo en Cuzco, Manqo Qhapaq llamo
ante sí a su hermano Ayar Awca y le dijo:
“¡Hermano!¿Recuerdas que
habíamos llegado al acuerdo de que serias tú quien tomaría
posesión de la tierra que habitaríamos? Pues bien, ¡mira aquella
roca! Vuela sobre ella, siéntate en ella y exige el lugar donde esta
el mojón, porque vamos a ir allí a ocuparlo y a vivir (aquí)”.
Según
le había ordenado su hermano, Ayar Awca voló hasta aquel sitio y se
convirtió en un pilar de piedra que señaló la reivindicación de
los incas sobre aquellas tierras.
Tuvieron
que desalojar a los pueblos que vivían en la zona con el fin de
ocupar el valle. Mama Waqo infligió terribles crueldades
especialmente al pueblo guaylla. A pesar de algunos contratiempos
ocasionales, finalmente los incas consiguieron expulsar a la
población local e imponerse como dueños y señores del valle.
Dividieron Cuzco en 4 partes y levantaron la primera casa del Sol en
Indikancha.
Mas
adelante, el mito continua explicando la vida y la época de los
primeros incas en Cuzco, pero lo que os quería contar, el gran
descubrimiento de su “tierra prometida”, termina aquí.
Gracias.
Un saludo a todos/as,
David González Caballero
La bibliografia sigue siendo principalmente Terence N. D´Altoy
ResponderEliminarPara mi es la mejor imformacion posible, ya que vive ahi e investigo profundamente estos temas, aun asi, en un futuro no muy lejano, buscare mas informacion de otros autores, para contrastarla y aprender asi mucho mas