jueves, 21 de mayo de 2015

ANTES DE CUZCO

Antes de subir las conclusiones finales del proyecto, quiero contaron un poco lo que para mi es algo muy importante en la civilización inca. Lo primero de todo decir que los incas fueron los últimos grandes unificadores de los pueblos andinos. Es decir, como los otros pueblos andinos anteriores son unificadores, y la mejor forma de unificación fue asentarse en lo que ellos llamaron su “tierra prometida”: CUZCO, y eso precisamente es lo que quiero contaros.
La primitiva historia inca consta de genealogías y de fabulas, arraigadas en un tiempo primordial, para contarnos como vieron ellos las cosas. Hay que decir que los incas no usaron la escritura, por lo que la única forma de conocer su historia es a través, principalmente, de la arqueología, y es ahí donde vemos estas historias. Por lo general, los anales del pasado incaico comienzan con la deificación de Manqo Qhapaq y continúan hablando de 12 o 13 soberanos (que para ser un imperio de menos de un siglo son demasiados). Al igual que numerosos pueblos andinos, los incas consideraban que sus antepasados habían surgido de un elemento natural del paisaje. Si seguimos la leyenda principal, en los tiempos antiguos había una cueva conocida como la casa de las Ventanas (Tampu T´oqo) en la Casa del Amanecer (Pacariqtambo). El hacedor hizo aparecer a los 4 hermanos y las 4 hermanas, que se convertirían en los ancestros incas, de la cueva central, llamada la Rica Ventana (Qhapaq T´oqo) y a los pueblos mara y tambo de otras 2 cuevas adyacentes, la Maras T´oqo y la Sutiq T´oqo. Quizás ya entonces, o muy poco después, los 8 incas se emparejaron.
Algo mas tarde, los incas decidieron buscar tierras fértiles que les hicieran ricos. La pareja principal, llamados Manqo Qhapaq y Mama Oqllu, encontraron un aliado bien dispuesto en el pueblo tambo, a quien reunieron en 2 grupos de 5 ayllu. A continuación, el grupo partió, deteniéndose en ocasiones a lo largo del camino, pero nunca encontró tierra lo suficientemente productiva como para asentarse. En uno de los momentos de descanso, llamado Tamboquiro, Mama Oqllu dio a luz a Zinchi Roq´a, que se convertirá en el segundo soberano inca. A lo largo de su periplo, las vidas de los viajeros se vieron ocasionalmente amenazadas por el belicoso hermano inca de nombre Ayar Kachi, que luchaba contra los pueblos que iba encontrando a lo largo del camino y que apasto cerros hasta convertirlos en hondonadas con piedras lanzadas por su poderosa honda. Por todo ello, los restantes hermanos le engañaron diciéndole que debía volver a la cueva original donde había olvidado alguna cosa. Ayar Kachi cayo en la trampa y fue encerrado en la cueva para siempre con una gran piedra.
Aquel viaje errático condujo finalmente al grupo a la cima de una montaña, mas allá de la cual pudieron contemplar un valle fértil adornado con un arco iris, señal manifiesta de que se trataba de la tierra que habían estado buscando durante tanto tiempo. Sin embargo, y antes de poder descender aquellas pendientes, el hermano Ayar Uchu fue transformado en una piedra (tanto la piedra como la montaña fueron conocidas como Huanacauri y han sido reverenciadas como santuarios de una santidad excelsa). En Matagua, Mama Waqo (o Manqo Qhapaq), arrojo 2 cañas doradas hacia el valle. Como la primera de ellas no se clavo firmemente en el suelo, supieron que la tierra no era fértil. No obstante, cuando la segunda quedo profundamente hincada en la tierra en Wanaypata, los incas conocieron que habían hallado su hogar. Al entrar el grupo en Cuzco, Manqo Qhapaq llamo ante sí a su hermano Ayar Awca y le dijo:
¡Hermano!¿Recuerdas que habíamos llegado al acuerdo de que serias tú quien tomaría posesión de la tierra que habitaríamos? Pues bien, ¡mira aquella roca! Vuela sobre ella, siéntate en ella y exige el lugar donde esta el mojón, porque vamos a ir allí a ocuparlo y a vivir (aquí)”.
Según le había ordenado su hermano, Ayar Awca voló hasta aquel sitio y se convirtió en un pilar de piedra que señaló la reivindicación de los incas sobre aquellas tierras.
Tuvieron que desalojar a los pueblos que vivían en la zona con el fin de ocupar el valle. Mama Waqo infligió terribles crueldades especialmente al pueblo guaylla. A pesar de algunos contratiempos ocasionales, finalmente los incas consiguieron expulsar a la población local e imponerse como dueños y señores del valle. Dividieron Cuzco en 4 partes y levantaron la primera casa del Sol en Indikancha.
Mas adelante, el mito continua explicando la vida y la época de los primeros incas en Cuzco, pero lo que os quería contar, el gran descubrimiento de su “tierra prometida”, termina aquí.

Gracias.
Un saludo a todos/as,

David González Caballero

1 comentario:

  1. La bibliografia sigue siendo principalmente Terence N. D´Altoy
    Para mi es la mejor imformacion posible, ya que vive ahi e investigo profundamente estos temas, aun asi, en un futuro no muy lejano, buscare mas informacion de otros autores, para contrastarla y aprender asi mucho mas

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